sábado, junio 20

Números

Subió el volumen, como en un homenaje, como regalándole a nuestros sentidos la mejor de las delicias. -Lo merece.-acotó en lo que pareció un susurro que me obligaba a leerle los labios, los mismos con los que quedaba hipnotizada aunque sus palabras estuvieran aturdiéndome. Balbuceé una respuesta estúpida que seguramente se perdió en su trayecto. No era ninguna novedad la incoherencia a la hora de hablar, ¿es que era uno de tus dones mirarme y ponerme tan nerviosa?

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